Venezuela espera su Matisse
Se la llevaron sin hacer ruido
y ahora, diez años después, parece que está más cerca de regresar. En
Venezuela, ya esperan la pronta vuelta de la "Odalisca con pantalón
rojo" pintada por el francés Henri Matisse.
Nadie sabe a ciencia cierta
cuándo fue robada la obra, valorada en US$3 millones. El hecho fue denunciado
en 2003, pero se supone que desapareció en algún momento entre 1999 y 2002.
Durante ese tiempo, una copia colgó del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas
(MACC).
Eso, según el presidente del
Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), Raúl Grioni, quien anunció que en
Caracas ya iniciaron los trámites correspondientes para que se proceda a al
repatriación de la pintura.La institución aguarda ahora el regreso después de
que fuera recuperada en Miami por el FBI, el buró federal de investigaciones
estadounidense. Tras el consecuente juicio, las autoridades estadounidenses se
han puesto en contacto con las venezolanas para proceder a devolverlo.
Según Grioni, Estados Unidos
ha pedido a Caracas que presente los papeles que acrediten que el MACC es
efectivamente titular de la obra y que acredite que no ha cobrado indemnización
de alguna aseguradora que pudiera pretender la tituaridad de la obra.
La documentación fue entregada
a EE.UU. a través de la Vicecancillería para América del Norte, según un
comunicado del IPC.
Grioni explicó que el gobierno
venezolano, además, precederá a solicitar a un experto francés que confirme la
autenticidad de la obra, lo que hará en los próximos días.
Clic
Operación del FBI
Según Grioni, ha sido el
Departamento de Estado de EE.UU. el que se puso en comunicación con la embajada
venezolana en ese país para anunciar el inicio del proceso de repatriación una
vez concluido el juicio el pasado 23 de enero.
Ese día, una corte federal de
EE.UU. condenó a prisión a la mexicana María Martha Elisa Ornelas Lazo, de 50
años, y a Pedro Antonio Marcuello Guzmán, estadounidense de origen cubano de 46
años.
Aunque arriesgaban una condena
de hasta diez años, el hombre recibió una sentencia de dos años y nueve meses,
mientras la de la mujer fue de un año y nueve meses. Ambos se habían declarado
culpables de conspirar para intentar vender el cuadro robado.
En la sentencia se considera
probado que Marcuello intentó negociar en julio pasado la venta del Matisse por
unos US$740.000 con agentes encubiertos del FBI.
Según el pliego de
acusaciones, Ornelas había llegado a Miami procedente de México, cargada con un
cilindro rojo en el que se presume transportaba la obra. Al día siguiente se
reunieron con los agentes, que se hacían pasar por posibles compradores.
En ese momento, Marcuello
reconoció que estaba al tanto que era robada y les contó a los agentes que la
habían tenido almacenada en México. Cuando comprobaron que podía ser el
original desaparecido del MACC procedieron a su detención y a confiscar la
obra.
Larga travesía
La obra fue adquirida para el
MACC en 1981 por Sofía Ímber, fundadora y directora del museo hasta que fue
destituida en 2001. En ese entonces pagó US$480.000 a la galería Marlborough de
Nueva York.
La desaparición fue denunciada
en 2003, en una época muy convulsa en Venezuela, poco después de una intentona
golpista y en medio del llamado "paro petrolero" con el que
trabajadores de la estatal Pdvsa exigían la dimisión del presidente, Hugo
Chávez.
Desde que fue sustraída, se
supone que en algún momento entre 1999 y 2002, hasta que se denunció su
desaparición, en el museo colgaba una copia que "al verla, en comparación
con el original, te das cuenta de que es una copia de muy mala calidad",
le dijo a BBC Mundo la periodista venezolana Marianela Balbi, en entrevista
nada más conocerse la desaparición en julio pasado.
Balbi, autora del libro
"El rapto de la odalisca", una investigación sobre el caso publicada
en 2009, concedió que: "tenía el elemento del marco original y estaba
expuesta en el museo, lo cual le confería legitimidad".
"Probablemente muchos
expertos que pasaron frente a la obra pudieron pensar que era una mala pieza de
Matisse. Pero era difícil concluir que era un falso sin tener un punto de
comparación", agregó.
Según comentó en su momento
Balbi, de su investigación concluyó que tras el robo la obra había sido llevada
a Miami para intentar introducirla en el circuito estadounidense de arte.
Alerta
La primera vez que se puso en
oferta fue a una galería de arte francesa, en la Feria de Arte de Nueva York.
Los interesados consultaron a Wanda de Guébriantar, certificadora oficial de la
obra de Matisse.
"Para su sorpresa, halla
que es un original. Pero ella, al ser la archivista de la sucesión Matisse,
está al tanto de que esa obra le pertenece a un museo venezolano", comentó
Balbi.
De ese intento y de lo
sospechosa que era la documentación, salió la primera alerta de que se estaba
tratando de vender ilegalmente la obra, sin embargo no tuvo demasiada
repercusión.
En cambio, sí generó polémica
el segundo intento de venderla, en diciembre de 2002, cuando se la ofrecen a
Genaro Ambrosino, galerista venezolano en Miami, quien sabiendo que pertenecía
al MACC alertó a las autoridades del país.
Pese a que incluso en el museo
lo negaron inicialmente, luego tuvieron que terminar reconociendo que el cuadro
que colgaba en su exposición no pasaba de ser una mala copia.
Vía: BBC
Vía: BBC
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