Celebridades que antes eran muy pobres

 Hoy ellos tienen en sus cuentas grandes fortunas, pero antes de que su fama alcanzara la gloria ellos vivían de forma muy humilde, incluso con carencias extremas.

Sarah Jessika Parker: El glamour del que hoy es sinónimo Sarah Jessika estuvo bastante distante de sus orígenes. Viniendo de una familia numerosa, de 7 hermanos, muchas veces tuvieron que recurrir a ayuda del Estado para poder costear necesidades básicas.

Leighton Meester: Todo lo contrario a su famoso personaje de Blair Waldorf en Gossip Girl. Leighton nació mientras su madre estaba en prisión, y su padre también era un exconvicto, por lo que fue criada por su abuela y según confesó en la revista Marie Clarie sus preocupaciones en la adolescencia eran saber si tendría suficiente dinero para comer.

Justin Bieber: Justin fue víctima de bullying por su origen humilde. Él y su familia vivían en un hogar infestado de ratas. "Recuerdo haber estado sentado en restaurant con mi madre y ella me hizo ordenar agua en lugar de gaseosa", le dijo al Belfast Telegrah. "Recuerdo tan mal querer pedir una gaseosa."

Scarlett Johansson: La actriz reveló que "creció apoyándose en la asistencia pública para proveerse de comida".

Daniel Craig: Cuando el guapo y exitoso Craig decidió iniciar su carrera como actor, se vio obligado a dormir en bancos de plazas porque no tenía dinero para pagar alguna habitación.

Selena Gómez: Cuando Selena Gómez nació, su madre tenía sólo 16 años. Y mientras ella hacía todo lo posible para asegurarse de que Selena nunca tuviera carencia, la estrella recuerda los momentos en que las cosas no eran tan fáciles para la familia. "Recuerdo que mi mamá se quedaba sin gas todo el tiempo y nos sentábamos allí y teníamos que ir en el auto a ayudarla a conseguir gas porque ella nunca quiso pedirle dinero a mis abuelos".

Oprah Winfrey: Actualmente tiene una fortuna valorada en más de 3 mil millones de dólares, pero Oprah ha confesado que cuando era niña era tan pobre que su abuela le confeccionaba vestidos con sacos de papas y sus únicos juguetes eran las cucarachas de su casa

Eva Longoria: La estrella de origen mexicano confesó a Oprah las vicisitudes económicas que vivió cuando niña y adolescente junto a su familia en el rancho de Texas donde se crió, a tal punto de que su padre muchas veces tenía que cazar para poder comer.

Halle Berry: La vida de la ganadora de Oscar bien podría ser llevada a la pantalla grande. Luego de que sus padres se separaran por violencia doméstica, ella y su madre tuvieron que vivir en un albergue.

Iggy Azalea: A los 16 años, la rapera salió de Australia y se trasladó a los Estados Unidos con casi nada. Ella fue de Miami, luego de Atlanta y Los Ángeles. Para mantenerse, limpiaba casas para ganarse la vida. 

Jay Z: Antes de ser el magnate de los medios de comunicación que es ahora, Jay Z fue un niño tratando de sobrevivir en los suburbios de Brooklyn. Por sus escasos recursos, Jay inicialmente se dedicó al narcotráfico para ganar algo de dinero. Ahora se arrepiente, pero fue una experiencia que lo convirtió en el buscador de dinero que es hoy.

Jennifer López: JLo tenía los ojos puestos en ser una estrella, pese a que eso la llevó a la falta de vivienda. Después de decidir dejar su casa en el Bronx para seguir una carrera de danza, no tenía otro sitio donde dormir excepto en espacio en su estudio de baile. "Mi mamá y yo no queríamos ir a la universidad, quería bailar a tiempo completo, estaba sin hogar", dijo a la revista W.

Nicki Minaj: Hoy es una de las mujeres más poderosas del hip-hop. Sin embargo, antes de que su familia se mudara a Nueva York, creció en una pequeña casa con una gran familia en Trinidad. "Creciendo en Trinidad, no sabía que éramos pobres, diez personas que vivían en una casa de tres dormitorios y todos los perros y gatos que mi abuela tenía".

Shia LaBeouf: Sus padres eran artistas que no alcanzaron la misma fama que él logró. "Mi papá y mi mamá eran ambos artistas que nunca encontraron una audiencia para sus ilustraciones. Y así viví en la pobreza. Ahora que no soy pobre, sé lo que era. Como dijo Hemingway, no se puede escribir nada si nunca se le disparó o se ha comido un toro, ¿sabes? Así que miro hacia atrás en esas cosas y estoy agradecido. Son como cicatrices. Te enorgulleces de ellos", le dijo a Parade.