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¡Trucos mentales para combatir la ansiedad por los antojos!

Pues investigaciones afirman que el cerebro tiene mucho que ver en cómo y cuando comemos.  Pero podemos entrenarlo para tomar decisiones más saludables, y tenemos varios trucos que ayudarán a fortalecerte y combatir de una vez por todas esos antojos y snacks que atacan directamente a tu cintura:

Visualiza un botón interno de pausa:

La próxima vez que quieras comerte el kilo de helado que tienes en el refrigerador, imagínate pulsando un botón de pausa en tu cerebro.  La mayoría de nosotros cede cuando tenemos frente a nosotros esa botella de vino o un pedazo de torta de chocolate, pero si pones pausa en tu mente y consideras la decisión por 10 minutos, tienes más probabilidad de tomar conciencia y no caer a la tentación.

Sustituye la comida chatarra por alimentos sanos que se asemejen a la comida chatarra:

¿Parece un trabalenguas no? "Busca una alternativa saludable que comparta algunas de las cualidades de la comida chatarra que tanto ansías" dice el psicoterapeuta Jonathanos Alpert.  Si lo que anhelas es lo crujientes y lo salado de las papas fritas, prepárate un lote de chips de kale, si no puedes contenerte ante el helado, elige un licuado lleno de frutas dulces.  "Con el tiempo, tu cuerpo se acostumbrará a tus nuevos gustos y aprendará a escoger estas opciones saludables por encima de las otras" dice Alpert.

Imagínate comiendo:

Pensar en comer esa bolsa de dulces hace más probable que consumas menos cuando de verdad comiences a comerlos, de acuerdo con un estudio en la Universidad de Carnegie en 2010.  Los participantes se visualizaron comiendo un bowl de 30 M&M's antes de disfrutarlos comieron menos de estos caramelos que los otros dos grupos que imaginaron comer solo 3 dulces o nada de golosinas.  Los investigadores dicen que la clave es pensar en comerse la comida versus no visualizarlo.

Díte a ti mismo que puedes comer lo que quieras:

Cuando piensas que tienes que hacer dieta, lo primero que te viene a la mente es que tendrás ataques de hambre y tendrás privaciones de comidas.  El problema es que al negarte tus platos favorios inmediatamente te estás preparando para el fracaso.  Esto lo afirma la nutricionista de los Cowboys de Dallas Amy Goodson: "Tienes que hacer cambios que puedas mantener por el resto de tu vida.  El truco es comer lo que quieras, pero no todo lo que quieras" dice Goodson.  Puedes darte un gusto o dos durante la semana siempre y cuando continúes la dieta el resto del tiempo.

Vuelve en el tiempo:

"Recorta la cantidad de calorías merendando como si fueses un niño de pre-escolar", indica la nutricionista.  "Mucha gente tiene problemas con los snacks porque comen más de a cuenta.  Así que engaña a tu mente comiendo menos porciones...¿Cómo? Colocándolas en pequeñas bolsas.  Esto te ayudará a sentir que estás comiendo todo y tu cerebro se sentirá satisfecho".

Separa en porciones los snacks, las golosinas, y las papas tan pronto las lleves a casa, así no te sientes tentado a sumergir tu mano en la bolsa entera (que probablemente tiene más de 10 servidas).  Y manténlas fuera de tu vista para olvidar que las tienes.

Usa el truco de la manzana:

La próxima vez que te encuentres frente al refrigerador tratando de descifrar que es lo que quieres comer, a lo mejor es que no estás realmente hambriento y solo se trata de un antojo.  "Para saberlo con certeza, pregúntate a ti mismo si te comerías una manzana" dice Goodson.  "Si la respuesta es positiva, tienes hambre y está que tomes un pequeño snack.  Si la respuesta es no, toma agua, porque muchas veces la sed se confunde con hambre, y al tomar agua satisfaces ese antojo que creías tener."


Planífica tu comida chatarra:

En vez de esperar a que ataque la ansiedad, planifica comer una comida chatarra o darte un gusto al día, sobre todo después de la cena.  Es más fácil resistirse a los antojos durante el día si sabes que vas a comer tu plato favorita en la noche.  Y cuando termines una porción moderada de esa comida, recuérdate que si quieres más, podrás comerlo a la siguiente noche, y así sucesivamente.

Crea un top 10 de distracciones:

Antes de que te entren los deseos de comer una golosina, está listo para combatirlo teniendo una lista de actividades alternativas que te harán mantenerte en la línea.  Puedes jugar un videojuego, salir a pasear a tu perro, visitar a un amigo, hacerte un manicure.  Al sustituir la ansiedad por una de estas actividades, tu mente se enfoca en otra cosa y pierde la concentración en ese antojo.

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