Subastan un bolso hecho con un gato de verdad

Una barrabasada de pésimo mal gusto o una especie de obra de arte. Esas son las dos respuestas que provoca la última obra de la taxidermista neozelandesa Clare Hobbs: ni más ni menos que un bolso hecho con el cuerpo de un gato, en el que no falta ni la cabeza.

El objeto, que ha sido subastado en la web TradeMe, empezó con un precio de 1.400 euros, pero finalmente ha sido vendido por 500. Según Hobb, ningún animal ha sido maltratado ni asesinado para su fabricación. Al parecer, la artista solo recogió el cadáver de un minino muerto, lo disecó y le dio la forma de un bolso.

Pero a pesar de esta explicación, el bolso ha creado un enorme malestar dentro de las organizaciones protectoras de los animales. La ONG  'Save Animals From Exploitation’ ha publicado un comunicado en el que muestran su repulsa con el producto y ha añadido que se trata de un accesorio de “mal gusto y una falta de respeto para los animales. Si se hiciera lo mismo con un ser humano sería inaceptable”. La misma organización se hace una pregunta: “¿Es igual de aceptable un bolso hecho con un gato que un paragüero hecho con la pata de un elefante?”.

Por su parte, la artista se ha defendido asegurando que su intención es la de crear un efecto surrealista en todos aquellos que lo lleven o lo vean por la calle. Hobbs, que bautizado al bolso ‘Puss Bag’ (la bolsa minino) ha asegurado que si el animal hubiera sufrido no lo podría haber subastado en TradeMe.

Logan Mudge, responsable de esta página similar a eBay, aseguró al Daily Mail el mismo día que se puso a la venta que “es un objeto inusual que seguro que encuentra un comprador. Esperamos que atraiga a muchos curiosos”,

En Nueva Zelanda, transportar o llevar encima animales que han sido disecados es legal siempre que hayan muerto por causas naturales o de una manera digna.